¿Influye el cannabis en los niveles de prolactina?
Artículo escrito por
Shanti RyleCreadora de contenidos
Todavía se desconocen muchos aspectos del impacto del cannabis sobre las hormonas, las respuestas hormonales y el sistema endocrino, principalmente debido a la escasez de investigaciones médicas sobre el cannabis con sujetos de prueba humanos. Esto puede ser frustrante para las personas que quieren saber más sobre cómo el cannabis impacta en ciertas hormonas como la prolactina, la hormona responsable de la lactancia, y el desarrollo del tejido mamario, entre otros procesos.
Hasta la fecha, no hay pruebas concluyentes que indiquen que la marihuana tenga un impacto, beneficio o riesgo sobre los niveles de prolactina en el cuerpo. Algunos estudios muestran un aumento de los niveles, mientras que otros informan de que no hay cambios o incluso de que los niveles de prolactina han disminuido al mismo tiempo que el consumo de cannabis.
He aquí una mirada exhaustiva a lo que dicen los datos actuales – por muy escasos que sean – sobre la marihuana y su interacción con la prolactina y otras hormonas humanas.
¿Qué es la prolactina?
La prolactina es una hormona segregada por la glándula pituitaria que se encuentra en los seres humanos y en otros animales y que interviene principalmente en la lactancia, el desarrollo del tejido mamario y la producción de leche. Normalmente, los niveles de prolactina son bajos en los varones y en las personas no embarazadas y son elevados en las que están embarazadas o amamantando.
Los niveles altos de prolactina se asocian a síntomas específicos, como ciclos menstruales irregulares, infertilidad y disfunción eréctil.
Cómo afecta la marihuana a los niveles de prolactina en el cuerpo
Beneficios potenciales
Actualmente, las investigaciones mínimas sobre las interacciones entre el cannabis y la prolactina muestran resultados diferentes. Algunos estudios descubrieron que el consumo regular de cannabis produce niveles de prolactina más altos de lo normal en la concentración del plasma sanguíneo, lo que podría ser útil en mujeres que buscan regular sus ciclos menstruales. Sin embargo, los datos no son concluyentes, ya que algunos estudios muestran una disminución de las concentraciones de prolactina tras el consumo de cannabis.
Riesgos potenciales
Un puñado de estudios clínicos muestra que el consumo crónico de marihuana no tuvo un efecto significativo sobre las concentraciones hormonales, incluida la prolactina, ni en hombres ni en mujeres. Sin embargo, algunos estudios han vinculado el consumo regular de cannabis con una reducción de la prolactina en el organismo, lo que podría causar un problema con la lactancia o el amamantamiento en las mujeres que desean quedarse embarazadas.
Si el cannabis aumenta los niveles de prolactina, según algunos estudios contradictorios, esto podría aumentar el riesgo de desequilibrio de prolactina en los hombres y reducir el recuento total de testosterona. Los niveles bajos de prolactina en plasma en los varones también pueden provocar ginecomastia o un aumento del tejido de las glándulas mamarias en los niños u hombres causado por un desequilibrio hormonal.
De nuevo, la investigación no es concluyente en cuanto a si la prolactina se ve afectada de alguna manera por la marihuana. Necesitamos más estudios para confirmar una cosa u otra.
Cómo afecta el cannabis a otras hormonas
El cannabis interactúa con nuestras hormonas de forma diferente, dependiendo de la cantidad de CBD, THC u otros cannabinoides en los productos que consumimos, así como del número de endocannabinoides producidos por nuestros propios sistemas endocannabinoides. A veces, estos cambios hormonales pueden tener un impacto médico positivo, pero los cambios pueden ser perjudiciales en otros casos.
Hormonas suprarrenales
Las glándulas suprarrenales liberan las hormonas suprarrenales como el cortisol, la adrenalina y la serotonina, que ayudan a modular nuestra respuesta de huida o lucha y a gestionar el estrés en el cuerpo. Un exceso de THC puede aumentar los niveles de cortisol tras su consumo, lo que conduce a niveles de estrés más elevados que pueden empeorar ciertas condiciones médicas. El THC también disminuye la producción de adrenalina, ralentizando los tiempos de reacción y amortiguando la respuesta de huida o lucha, lo que puede ayudar a reducir la ansiedad en quienes producen demasiada adrenalina. Las dosis bajas de THC pueden reducir la ansiedad, mientras que las dosis más altas pueden inducirla.
Tiroides
El cannabis tiene en su mayoría efectos mínimos sobre las hormonas tiroideas, pero se ha demostrado que el THC inhibe la TSH (hormona estimulante del tiroides). Los niveles bajos de TSH circulante pueden provocar síntomas como la fatiga, el aumento de peso y la intolerancia al frío, entre otros asociados al hipertiroidismo.
Sin embargo, complementar los altos niveles de THC con CBD y THCV puede ayudar a modular el impacto del cannabis en las hormonas tiroideas. El aumento de peso y la somnolencia son resultados positivos en quienes controlan los trastornos alimentarios o el insomnio, por lo que los síntomas no son siempre negativos.
HGH
Las hormonas del crecimiento humano, como la somatotropina y la insulina, estimulan el crecimiento y la reproducción celular, impulsan el metabolismo, gestionan los niveles de glucosa en sangre y mejoran la función cerebral. El cannabis, y los cannabinoides como el CBD, el CBG y el THCV, pueden mejorar la sensibilidad a la insulina, permitiendo que el azúcar se procese más fácilmente y potenciando la función metabólica general.
El consumo de THC puede afectar al desarrollo del cerebro cuando se es joven, pero éste, al igual que el CBD y el THCV, es un agente neuroprotector beneficioso y ayuda a promover el crecimiento de las células cerebrales en las personas mayores.
El resultado final
En general, faltan muchas investigaciones sobre la posible interacción de la marihuana con la prolactina en el cuerpo humano. Si le preocupan los niveles hormonales y el consumo de cannabis, discuta sus opciones con un médico especializado en cannabis que pueda proporcionarle una experiencia médica personalizada basada en su fisiología y estilo de vida únicos.
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