¿Puede el cannabis impulsar el crecimiento de las células cerebrales?

Hoy nos ocupamos de cómo el cannabis afecta al cerebro y a su funcionamiento. En la película de 2001 How High, los personajes Silas (Method Man) y Jamal (Redman) utilizan una cepa mágica de cannabis que les permite aprobar su examen de acceso a la universidad. Aunque parezca una farsa, puede que hayan encuentrado algo. Las investigaciones han demostrado que el cannabis puede, en efecto, impulsar el crecimiento de las células cerebrales.

Cómo afecta el cannabis al cerebro

El cerebro es extremadamente complejo, y averiguar cómo le afecta el cannabis de forma precisa es todo un reto. La planta de cannabis contiene hasta 20 flavonoides, 150 cannabinoides y más de 200 terpenos, todos ellos con efectos diferentes en distintas dosis.

Además, la edad también influye en cómo afecta el cannabis al cerebro. El consumo no médico de THC durante la adolescencia y los primeros años de la veintena puede perjudicar el aprendizaje y la memoria, pero pequeñas cantidades de THC durante la edad geriátrica pueden tener el efecto contrario.

De hecho, tanto el CBD como el THC pueden ser útiles como neuroprotectores después de sufrir un derrame cerebral. Además, el cannabis puede ayudar a tratar o incluso prevenir la enfermedad de Alzheimer. En otras palabras, el cannabis puede actuar como un nootrópico, una sustancia que mejora las funciones cognitivas como la memoria y la creatividad.

¿Cómo nos afecta el cannabis cuando envejecemos?

Como todos los sistemas del cuerpo, el sistema endocannabinoide (SEC) cambia a medida que envejecemos. Durante nuestra juventud, el SEC está muy activo. A medida que envejecemos, nuestro SEC se ralentiza y la actividad endocannabinoide disminuye. Por lo tanto, un poco de THC podría reemplazar y restaurar los endocannabinoides a niveles óptimos, al tiempo que ayuda a regular funciones cruciales como la memoria y la inmunidad. La clave parece estar en no sobreestimular o subestimar el SEC.

El uso de CBD y THC después de un accidente cerebrovascular

El CBD y el THC en conjunto pueden ofrecer varios beneficios a las personas que se recuperan de un derrame cerebral. He aquí algunos beneficios del CBD y el THC:

• El THC y el CBD podrían formar una especie de “capa protectora” alrededor de las células de las arterias del cerebro, lo que podría disminuir el infarto (obstrucción de los vasos sanguíneos).
• El CBD podría aumentar el flujo sanguíneo al cerebro a través del receptor de serotonina 5HT1A, lo que convierte al CBD en un neuroprotector potencial.
• Tanto el CBD como el THC pueden impedir la formación de cantidades peligrosas de glutamato (un neurotransmisor clave) en el cerebro y actuar como antineuroinflamatorio. Los niveles excesivos de glutamato pueden provocar síntomas como la ansiedad, mientras que las deficiencias de glutamato pueden reducir los niveles de energía.

Estos aspectos convierten a los cannabinoides en una terapia potencial no sólo para el ictus y la lesión cerebral traumática (LCT), sino también para la esclerosis múltiple (EM), la epilepsia, la enfermedad de Alzheimer, la enfermedad de Parkinson y la esclerosis lateral amiotrófica/enfermedad de la motoneurona (ELA/MND). Muchas de estas afecciones están asociadas a la edad, y todas ellas están relacionadas con la neuroinflamación.

El CBD y el crecimiento de las células cerebrales en los adultos mayores

El cerebro humano se degenera a medida que envejecemos y las células cerebrales se agotan. Esta pérdida de células cerebrales conduce a afecciones como el Alzheimer, que puede progresar hasta la demencia. Las células cerebrales contienen receptores cannabinoides, por lo que mantener un nivel óptimo de cannabinoides en el cuerpo puede ayudar a mantener vivas las células cerebrales o incluso generar nuevos receptores cannabinoides para “absorber” todos los cannabinoides adicionales. Por eso se dice que los cannabinoides como el CBD promueven la neurogénesis, o el crecimiento de nuevas células cerebrales.

El cannabis y los cambios en el cerebro

La neuroplasticidad se refiere a la capacidad del cerebro de cambiar a lo largo de la vida de un individuo, como por ejemplo la forma en que las sinapsis se fortalecen y debilitan con el tiempo. Los cannabinoides desempeñan una función en el aprendizaje, la memoria y la plasticidad, y los antagonistas de los receptores CB1 pueden realmente aumentar la plasticidad neuronal. Esto significa que es posible utilizar cannabinoides como el CBD y pequeñas cantidades de tetrahidrocannabivarina, así como terpenos como el pineno, para domar los efectos negativos del THC, sin dejar de canalizar algunos de sus beneficios.

¿Cómo pueden los cannabinoides mejorar la función cerebral?

En primer lugar, es importante darse cuenta de que existe una escasa investigación científica sobre el cannabis, y la mayoría de los estudios se han realizado en ratones, no en humanos. Además, debemos ser prudentes antes de afirmar que cualquier medicamento es un preventivo, especialmente en lo que respecta a algo tan variable como el envejecimiento.

Dicho esto, hay estudios que demuestran que dosis bajas de algunos estimulantes del sistema nervioso central (SNC) mejoran la cognición en personas sanas. Sin embargo, la sobreestimulación del SNC puede causar déficits cognitivos.

Lo anterior también puede aplicarse a los cannabinoides. Además, los cannabinoides se toleran mejor que muchos medicamentos, incluso los inocuos como el ibuprofeno. Aunque sea posible que tomar demasiado THC pueda causar déficits cognitivos (especialmente en los jóvenes), a diferencia de muchos estimulantes del SNC, la sobredosis de cannabinoides por sí sola no será mortal.

He aquí algunas formas de utilizar los cannabinoides para mejorar sus funciones cerebrales:

• Aproveche el poder del THC. Una pequeña cantidad de THC puede ser beneficiosa desde el punto de vista cognitivo para los adultos de mediana edad o mayores, pero los adolescentes y los adultos jóvenes pueden hacer mejor en mantenerse alejados.
• Utilice el efecto séquito en su beneficio: el pineno, el CBD y pequeñas dosis de THCV pueden amortiguar los efectos negativos del THC. Los terpenos como el beta-cariofileno (que se encuentra en la pimienta negra) también pueden multiplicar potencialmente
• Los efectos antiestrés, analgésicos y antiinflamatorios del THC y el CBD.
• Trate las náuseas o la inflamación posterior al ejercicio con una pequeña cantidad de THC, junto con el CBD y otros cannabinoides y terpenos (por ejemplo, limoneno, linalool).
• Mantenga su mente y su cuerpo activos: una buena dieta, el ejercicio, tocar un instrumento, aprender nuevas habilidades (por ejemplo, dibujar, bailar) y jugar a juegos de mesa pueden ayudar a retrasar el envejecimiento celular. La ligera euforia de los cannabinoides puede incluso ayudarle a disfrutar más de estas actividades
• Para aprovechar los posibles efectos nootrópicos de los cannabinoides, lo mejor son diferentes métodos de ingestión: las tinturas y las microdosis con vaporizadores de alta calidad pueden ser lo mejor.
• El ácido tetrahidrocannabinólico (THCA) es el precursor ácido del THC y no es psicoactivo. El THCA también puede tener propiedades antiinflamatorias, y podría ser útil, especialmente para las personas más jóvenes. Sin embargo, como el THCA no se une a los receptores CB1 ni CB2, ¡puede que sea una pequeña cantidad de THC la que haga el trabajo!

Diamond DM, et al. (2007). “El modelo de dinámica temporal del procesamiento de la memoria emocional: Una síntesis sobre la base neurobiológica de la amnesia inducida por el estrés, los recuerdos flashbulb y traumáticos, y la ley de Yerkes-Dodson”. Neural Plasticity: 33. doi:10.1155/2007/60803. PMID 1764173. CC0 1.0.

Los cannabinoides y los jóvenes

Los niños y adolescentes parecen ser sensibles al delta-9-THC. Pero pequeñas cantidades sub-psicoactivas podrían ser útiles. También hay otras versiones del THC, como el delta-8-THC, que pueden utilizarse para obtener efectos antivomitivos. Este tipo de THC podría ser especialmente útil para los niños sometidos a quimioterapia y podría resultar una alternativa eficaz a tratamientos mucho más duros o a versiones sintéticas como el dronabinol.

Sin embargo, el uso excesivo de la marihuana puede provocar vómitos en el raro pero grave síndrome de hiperémesis por cannabis. Este síndrome, que conlleva vómitos incontrolables, se produce en un pequeño porcentaje de individuos tras años de consumo diario de marihuana. Estos detalles refuerzan la importancia de consultar con un médico cualificado para obtener y utilizar responsablemente una tarjeta de marihuana medicinal.

Los jóvenes autistas también pueden beneficiarse de pequeñas cantidades de THC junto con el CBD. Estos cannabinoides pueden ser beneficiosos para los niveles de oxitocina, mejorando así las habilidades sociales de los niños y adolescentes autistas.

Otras afecciones como la epilepsia infantil han demostrado que el CBD, así como pequeñas cantidades de THC, son útiles como anticonvulsivos. De hecho, el medicamento derivado del cannabis Epidiolex obtuvo la aprobación de la FDA en 2018 por su capacidad para controlar las convulsiones graves. Por lo tanto, el tratamiento con cannabinoides puede ser un sustituto ideal de los anticonvulsivos a base de benzodiazepinas, que generalmente tienen efectos secundarios mucho más perjudiciales.

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El uso médico del cannabis en la medicina pediátrica puede ser amplio. Mientras que el uso no médico de cannabinoides psicoactivos como el THC no es aconsejable para individuos menores de 25 años), hay una diferencia significativa cuando se trata de jóvenes con problemas médicos. Además, hay muchos cannabinoides y terpenos con escasa o nula psicoactividad y potenciales beneficios médicos pediátricos.

Pero todavía se necesitan muchos más ensayos clínicos, así como una mirada más profunda a los efectos a largo plazo de los distintos cannabinoides.

¿El cannabis estimula el cerebro?

El cannabis puede ser útil para las personas mayores al formar nuevas neuronas en el cerebro y potencialmente evitar el Alzheimer y otras enfermedades neurodegenerativas. Las personas más jóvenes pueden beneficiarse potencialmente de algunos terpenos y cannabinoides no psicoactivos (y, para uso médico, se pueden tolerar pequeñas cantidades de THC), pero hay que tener cuidado hasta que tengamos más investigaciones sobre los efectos a largo plazo.

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