Las mejores formas de consumir cannabis para pacientes pediátricos

En las últimas dos décadas, el cannabis medicinal legal ha pasado de ser una quimera entre los fumadores dedicados a cultivar unas pocas plantas en sus habitaciones libres a ser un monstruo que genera dinero en 36 estados y 4 territorios de EE.UU., con más estados en camino. Según el Marijuana Policy Project, hay más de 4 millones de pacientes de cannabis medicinal en todo Estados Unidos. Una parte que a menudo se pasa por alto de esos pacientes de cannabis medicinal son menores de 18 años que padecen enfermedades como el cáncer, la epilepsia, el autismo y otras afecciones crónicas.

Aquí en Leafwell tenemos el objetivo de simplificar las normas, leyes y reglamentos, a menudo complicados, que rodean a los menores y a sus cuidadores en los estados donde la marihuana es legal en todo el país. Los padres y tutores de los niños que se benefician de los productos de cannabis medicinal se han preguntado: ¿Cuál es la forma más segura y eficaz para que mi hijo consuma la medicina que está mejorando su experiencia de vida? Este artículo desglosa la ciencia sobre el impacto del cannabis en los menores, qué métodos de consumo son los mejores para los menores de 18 años y por qué esos métodos son los más adecuados.

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Cómo afecta el tabaco a los menores

A diferencia de lo que ocurría en los años 20 del siglo XX, la ciencia moderna ha recorrido un largo camino para revelar los impactos dañinos de fumar cualquier tipo de materia orgánica sobre la salud en general. Ese impacto nocivo es más profundo y duro cuando lo sufren el cerebro, los pulmones y el cuerpo en general de los niños, que aún están en desarrollo.

Según la CDC, fumar cuando se es menor de edad y cuando se es adulto joven puede reducir la función pulmonar general, atrofiar el crecimiento de los pulmones y provocar daños cardiovasculares tempranos. Además, varios investigadores y organizaciones han reconocido la relación entre el consumo constante de cannabis cuando se es menor de edad y una menor capacidad cognitiva más adelante, la inhibición del desarrollo cerebral y los problemas de comportamiento.

De acuerdo, fumar es malo para la salud en general. Por eso, como norma general, muchas directrices sanitarias de todo el mundo instan a los consumidores de cannabis a evitar fumar cannabis quemado debido a los daños potencialmente duraderos en los pulmones y el sistema respiratorio.

Muchos de esos mismos gobiernos que desaconsejan fumar la flor de cannabis tenderían a recomendar otros métodos de ingestión si tienen un programa médico o cualquier otro medicamento basado en cannabinoides disponible con receta, como tinturas, tópicos, inhaladores o comestibles y píldoras/cápsulas de baja dosis como la forma más segura y saludable de consumir cannabis, si es que lo recomiendan.

Ya hemos utilizado las directrices de Canadá como ejemplo. Aquí puede ver sus directrices que respalda el uso de comestibles, incluso antes de la pandemia de COVID-19, como la mejor manera de beneficiarse de la terapéutica del cannabis medicinal.

Cada vez más personas preocupadas por su salud, atletas de nivel mundial y menores con tarjetas de cannabis medicinal optan por las tinturas y los comestibles como una alternativa más saludable y sin humo para conseguir los beneficios del cannabis con menos riesgos potenciales para la salud del corazón, los pulmones y el sistema cardiovascular. Al fin y al cabo, una enfermedad que hace estragos en el sistema respiratorio probablemente se agravará en los pacientes de cannabis que opten por fumar, ¿verdad? Naturalmente, cualquier paciente de cannabis que se presente en sus dispensarios locales con una enfermedad respiratoria explorará las opciones de comestibles que están disponibles. Esa podría ser una razón clave por la que las ventas de comestibles crecieron un 60% en siete mercados estatales, generando 1.230 millones de dólares en el proceso.

Las tinturas, los comestibles, las cremas tópicas, los aceites de THC y CBD altamente concentrados e incluso los inhaladores y los aerosoles nasales se utilizan para ayudar a los niños a consumir su medicina de la forma más saludable posible. También existe la opción de los tópicos, las pastillas y los supositorios, así como las dosis controladas de comestibles con infusión de cannabis, por lo que hay muchas opciones para evitar dar una calada a esos porros de flores de cannabis estándar.

Dosificación correcta

Si bien es cierto que el cannabis medicinal ha recorrido un largo camino en las últimas décadas, todavía existen retos a los que se enfrentan los pacientes médicos. Además de los problemas pasados y presentes relacionados con el acceso consistente y fiable a su medicina, la dosificación es otro gran reto, especialmente para los menores de 18 años.

Como hemos desglosado anteriormente, fumar o vaporizar la flor de cannabis es una forma directa y poderosa, pero más perjudicial e inexacta, y los comestibles tienen desafíos obvios debido a los ingredientes, los métodos de infusión de cannabis y algunos otros factores. Las etiquetas de las cápsulas, pastillas y tinturas suelen ser inexactas, especialmente en el caso de los productos de CBD. Para aquellos que buscan encontrar una empresa más fiable, eche un vistazo a nuestro artículo sobre algunas de las mejores empresas/productos de marihuana medicinal y CBD disponibles.

Incluso si el producto que se intenta dosificar está etiquetado correctamente, influyen factores como el peso, la edad, el sexo, la tolerancia a cannabinoides como el THC y el CBD, la biología interna y otros medicamentos que el paciente esté tomando. Averiguar la dosis adecuada puede ser difícil para cualquiera, especialmente para los niños que aún se están desarrollando y que cambian más que el adulto medio. Para mejorar la precisión de la dosis, establezca una buena relación con un médico de cannabis con licencia como los que trabajamos aquí en Leafwell. Averiguar la dosis es un verdadero desafío. Trabajar con profesionales lo más cerca posible es superimportante para un paciente que aún es un niño.

Sin embargo, como consejo general, aunque el THC pueda afectar a un cerebro en crecimiento, para algunos de los que sufren de las condiciones más crónicas y debilitantes, las dosis de control de THC todavía pueden ser beneficiosas. Incluso dosis bajas o moderadas de THC pueden ser útiles para los niños que sufren de condiciones como el cáncer, el autismo y el dolor crónico asociado con cualquier número de problemas de salud.

Incluso los cannabinoides con poco o ningún efecto embriagador, como el cannabicromeno (CBC), el cannabinol (CBN), el cannabigerol (CBG) y el beta-cariofileno, además de los cannabinoides ácidos como el THCA y el CBDA, pueden ser útiles para el tratamiento de las náuseas, el dolor crónico, la ansiedad y los trastornos convulsivos como la epilepsia. También pueden mitigar algunos de los efectos negativos del THC, y pueden ser una alternativa mucho más segura a los opioides, sedantes, antipsicóticos y estimulantes recetados, que por desgracia se recetan a menudo incluso a pacientes jóvenes.

En pocas palabras, cada persona necesita dosis y proporciones diferentes de cannabinoides. Hay algunos patrones entre las condiciones y los diferentes grupos demográficos, pero el cannabis es como cualquier otro medicamento en este sentido. Una talla única no se ajusta necesariamente a todos.

Como regla general, recomendamos ir despacio con la dosificación, especialmente cuando se trata de pacientes menores de 18 años. Comprenda qué proporciones de THC:CBD (así como de otros cannabinoides y terpenos) son necesarias no sólo para la enfermedad, sino también para su hijo. Cada persona tiene un sistema endocannabinoide (SEC) único, por eso, lo que funciona para una persona con determinada condición, no siempre se traduce necesariamente en resultados similares en otra persona, incluso si la condición es la misma.

El resultado final

Una de las razones fundamentales por las que la mayoría de los estadounidenses piensa que el cannabis medicinal debería estar totalmente legalizado y permitido es que proporciona alivio a algunos de los más vulnerables de la sociedad. Los padres y tutores cuyos hijos se enfrentan a enfermedades a menudo dolorosas y debilitantes sin vías obvias de tratamiento adecuado y eficaz merecen la opción de recurrir al cannabis medicinal para obtener un alivio fiable y constante. Esto es especialmente cierto en los casos en los que se prescriben fármacos que, de otro modo, serían duros y adictivos.

Es importante que los pacientes médicos menores optimicen la experiencia terapéutica de su cannabis medicinal, sin los posibles efectos secundarios y los problemas de salud que conlleva el “porro” estándar.

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