¿Puede el CBD tratar las infecciones virales?
Artículo escrito por
Dipak HemrajResponsable de Investigación y Educación
El cannabidiol (CBD) puede ser útil en la prevención y el tratamiento de ciertos virus, como el COVID-19 y el de la hepatitis C. Sin embargo, algunos virus, como el de la hepatitis B, no se han visto afectados por el tratamiento con CBD.
Aunque hasta ahora todas las investigaciones han sido estudios in vitro (es decir, estudios realizados en entornos controlados como placas de Petri), existen pruebas prometedoras que sugieren que el CBD muestra actividad antiviral contra algunos virus, aunque no contra todos.
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¿Trata el CBD las infecciones víricas?
Los estudios demuestran que algunos extractos de la planta de cannabis, incluido el cannabidiol (CBD), pueden potenciar la respuesta natural del organismo para tratar o prevenir ciertas infecciones víricas, incluida la COVID-19.
La pandemia del COVID-19 impulsó la financiación de numerosos estudios sobre la eficacia de los medicamentos existentes para ayudar a tratar el virus. El CBD surgió rápidamente como candidato potencial para tratar los síntomas del COVID-19 debido a sus efectos antiinflamatorios. Investigaciones posteriores han demostrado que el consumo de CBD no sólo ayuda a disminuir los síntomas del COVID-19, sino que también impide la replicación viral dentro de las células pulmonares humanas.
Antes del repentino aumento de los efectos del CBD sobre la infección por COVID-19, las investigaciones ya mostraban resultados prometedores sobre los posibles efectos antivirales del CBD. Un estudio realizado en 2017 determinó que el CBD muestra efectos antivirales contra la hepatitis C, pero no contra el virus relacionado de la hepatitis B. Anteriormente, los investigadores habían demostrado que el CBD inhibía la reproducción del KSHV (herpesvirus asociado al sarcoma de Kaposi) dentro de las células humanas y alentaba a las células huésped infectadas a autodestruirse en un proceso conocido como apoptosis.
A medida que avanza la ciencia, estudios más recientes también han determinado que el CBD puede ayudar a prevenir la propagación del VIH/SIDA y puede ser un tratamiento potencial para el síndrome post-Ébola.
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¿Cómo trata el CBD las infecciones víricas?
Aunque la planta de cannabis se ha utilizado durante siglos como medicina, sólo recientemente la ciencia ha podido probar estas afirmaciones en Estados Unidos. Los efectos del CBD en el cuerpo humano parecen ser dobles. En primer lugar, el CBD regula las respuestas inflamatorias extremas, previniendo los daños autoinmunes. En segundo lugar, el CBD trabaja con el sistema inmunológico de una persona para prevenir la replicación y propagación del virus.
COVID-19
La COVID-19 está causada por el virus SARS-CoV-2 que infecta y se replica dentro de las células huésped. Aunque el CBD se investigó inicialmente por sus propiedades antiinflamatorias, investigaciones posteriores determinaron que el CBD obstaculizaba activamente el proceso de replicación del SARS-CoV-2.
Para infectar una célula humana, el virus primero tiene que entrar en ella. La forma más común en que comienza la infección por el SARS-CoV-2 es cuando la proteína espiga del virus se une a un receptor ACE2, una proteína que se encuentra en el exterior de las células humanas. A partir de ahí, puede inyectar ARN viral en la célula, apoderándose de los procesos celulares y utilizándolos para hacer copias de las proteínas que componen el virus.
El CBD y su metabolito, el 7-OH-CBD, evitan que el ARN vírico se apodere de la célula huésped impidiendo que se expresen los genes víricos. Ni el CBD ni el 7-OH-CBD impiden la entrada del virus, sino que evitan que los genes virales se traduzcan en proteínas. Esto impide que el virus se copie a sí mismo, y pronto la célula huésped puede destruir el ARN viral y eliminar la infección por completo.
Hepatitis C
La hepatitis C es una infección vírica potencialmente mortal que puede provocar daños en el hígado, fibrosis hepática y cáncer de hígado. Aunque existe una vacuna para el virus de la hepatitis B, ninguna vacuna para la hepatitis C ha superado los ensayos clínicos.
Una de las principales causas de daño a largo plazo de la hepatitis C es la fibrosis hepática. En esta afección, un exceso de proteínas extracelulares como el colágeno se acumula en el hígado, impidiendo la función hepática. A la larga, esto puede conducir a una insuficiencia hepática que obligue al paciente a someterse a un trasplante de hígado para sobrevivir.
La fibrosis hepática está causada por el ataque del sistema inmunitario a las células sanas y potencialmente infectadas, lo que provoca una acumulación de tejido no celular. En este caso, la mayor parte del daño al hígado lo produce el sistema inmunitario, no el virus.
El tratamiento con CBD previene la fibrosis hepática al reducir la respuesta inflamatoria del organismo, impidiendo el daño causado por los ataques autoinmunes. Esto impide que el cuerpo destruya el tejido sano y previene la acumulación de proteínas extracelulares que provocarían el fallo hepático. No sólo esto, sino que a través de un mecanismo aún no determinado, el CBD parece reducir la propagación del virus de la hepatitis C entre las células en más de un 80%.
Aunque el tratamiento con CBD tanto para el COVID-19 como para la hepatitis C sólo se ha probado in vitro y aún no ha superado ningún ensayo clínico, los antecedentes y la no toxicidad del aceite de CBD apuntan al desarrollo de un tratamiento antiviral basado en el CBD. Existen ya sólidas pruebas anecdóticas que sugieren que la aplicación de aceite de CBD en llagas víricas como el herpes zóster, la varicela y el herpes labial puede ayudar a disminuir el dolor y la irritación y acelerar la curación.
Posibles riesgos y efectos secundarios
Dado que el CBD es un potente antiinflamatorio, existe cierta preocupación de que grandes dosis de CBD puedan suprimir el sistema inmunológico de una persona. Aunque el CBD ha demostrado ser eficaz en el tratamiento de respuestas inmunitarias excesivas, no es adecuado para todas las infecciones víricas, ya que amortiguar la respuesta inmunitaria puede reducir la capacidad de su cuerpo para combatir la enfermedad. Consulte siempre a su profesional sanitario para determinar cuál es el mejor tratamiento para usted.
En algunos casos, el aceite de CBD puede tener efectos secundarios negativos como mareos, náuseas, sequedad de boca y letargo. Si experimenta efectos negativos, hable con su médico.
Lo esencial
El CBD resulta muy prometedor como terapia dirigida para ayudar a prevenir y tratar ciertas infecciones víricas. Por ahora, se necesita más investigación para determinar los efectos que el CBD puede tener sobre diversos virus. Si actualmente padece una infección vírica, no intente tratarla con CBD antes de hablar con un profesional sanitario.
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