El cannabis medicinal y la guerra contra las condiciones crónicas y desconcertantes
Artículo escrito por
Allan MacDonellResponsable de Investigación y Educación
Durante demasiado tiempo, una serie de afecciones crónicas y aparentemente incurables han asolado a la humanidad. El lupus, la artritis, la hepatitis, la fibrosis quística, la osteoporosis, el asma y las alergias, la fibromialgia, la encefalomielitis miálgica (EM) y el síndrome de fatiga crónica (SFC), la enfermedad celíaca y los accidentes cerebrovasculares han sido aceptados como el precio ineludible de estar vivo por las generaciones de nuestros padres y abuelos, y por sus padres y abuelos antes que ellos. Los productos de cannabis medicinal pronto podrán, y en muchos casos ya lo harán, aliviar (si no poner fin) a ese legado de persistentes miserias médicas.
De hecho, el mes de mayo acoge un gran número de campañas de concienciación sobre la salud, entre ellas:
- Mes de la concienciación sobre el ictus en Estados Unidos
- Mes de la concienciación sobre la artritis
- Mes de la concienciación sobre la fibrosis quística
- Mes de la concienciación sobre la hepatitis
- Mes de la concienciación sobre el lupus
- Mes de la detección y prevención del melanoma/cáncer de piel
- Mes de la concienciación sobre el asma y las alergias
- Mes nacional de la concienciación sobre la enfermedad celíaca
A esto hay que añadir semanas y días especiales de concienciación como la Semana de la Concienciación sobre la Salud Mental, la Semana Nacional de Concienciación sobre la Neuropatía y el Día Mundial de la Higiene de las Manos, que ha adquirido un significado especial en la actualidad debido al COVID-19. Puede que haya otros que se nos escapen, pero mayo está repleto de días de concienciación sobre la salud, ¡y es difícil hacer un seguimiento de todos ellos!
Sin embargo, lo interesante es que el cannabis puede ser potencialmente útil en el tratamiento de todas estas afecciones. He aquí por qué…
El Sistema Endocannabinoide: El mayor avance del cannabis medicinal del siglo XX
El Dr. Lumír Ondřej Hanuš, químico analítico checo, y el Dr. William Devane, investigador estadounidense, descubrieron la clave para desentrañar el potencial curativo de la planta de cannabis en 1992 mientras trabajaban juntos en la Universidad Hebrea de Jerusalén. Los dos científicos fueron los primeros en describir la estructura de la anandamida, que forma parte integral del sistema endocannabinoide (SEC), una red de receptores nerviosos que actúa como una red de señalización molecular, estimulando respuestas químicas para regular las funciones biológicas y estabilizar los desequilibrios dentro del cuerpo humano.
El descubrimiento de cómo funciona la red de mensajería celular del SEC aclaró gran parte del misterio de por qué existen tantas pruebas anecdóticas de que la marihuana medicinal proporciona un alivio eficaz para una amplia gama de condiciones de salud persistentes y recurrentes.
Los componentes psicoactivos de la planta de cannabis, moléculas como el tetrahidrocannabinol (THC) y el cannabidiol (CBD), se clasifican como cannabinoides. Los cannabinoides producen sus efectos al unirse a los dos tipos principales de receptores del sistema endocannabinoide (el CB1 y el CB2) y señalizar su acción.
Los receptores CB1 del SEC se concentran en el sistema nervioso central.
Los receptores CB2 del SEC se sitúan en el sistema nervioso periférico, incluidas las células inmunitarias.
Además de llegar a todo el sistema nervioso central y periférico, los receptores cannabinoides son el tipo de receptor neurotransmisor más abundante del cerebro. La concentración y el alcance de sus células de activación explican por qué el sistema endocannabinoide es la principal red molecular para mantener la homeostasis en el organismo humano.
La homeostasis al rescate
RxList define la homeostasis como “un estado saludable que se mantiene mediante el ajuste constante de las vías bioquímicas y fisiológicas.” La presión arterial, por ejemplo, se mantiene mediante la coordinación homeostática y los ajustes precisos en los sistemas hormonal, neuromuscular y cardiovascular.
El papel de los cannabinoides en la estimulación del sistema endocannabinoide para establecer la homeostasis explica por qué la gente utiliza el cannabis para tratar enfermedades autoinmunes como el lupus, la artritis reumatoide y la enfermedad celíaca.
Comprender la función del SEC permite entender el éxito de los productos de cannabis medicinal para aliviar la fatiga crónica, el asma y las reacciones alérgicas.
Incluso los daños persistentes de la hepatitis B, la hepatitis C y la apoplejía pueden hacerse más llevaderos mediante tratamientos con cannabis guiados por la medicina para hacer de la asociación del sistema endocannabinoide un aliado de la homeostasis y amortiguar la inflamación asociada a dichas afecciones.
Nuestro próximo artículo: El cannabis medicinal para varias condiciones específicas
Esperamos que lo anterior constituya una buena base general de por qué el cannabis medicinal es potencialmente (y en algunos casos, definitivamente) útil para tantas afecciones diferentes. Como este mes es un mes de concienciación sobre varios problemas de salud crónicos, hemos pensado que lo mejor es repasar cada afección por separado en nuestro próximo artículo, ¡así que esté atento a él!