Cannabis medicinal para las condiciones que afectan a las minorías en los EE.UU
Last updated on Oct 7, 2024
Created on Feb 14, 2022
Artículo escrito por
Tina MagrabiCreadora de Contenidos Senior
Muchas enfermedades afectan de forma desproporcionada a las minorías en Estados Unidos, incluidas las minorías estadounidenses de “raza” negra y las hispanas. Las mujeres negras estadounidenses, por ejemplo, tienen un 20% más de probabilidades de padecer asma que las mujeres blancas.
Conozca por qué algunas enfermedades son más frecuentes en las poblaciones minoritarias y explore el papel que la marihuana medicinal podría desempeñar en su tratamiento.
¿Por qué algunas enfermedades son más comunes en ciertas etnias?
Algunas enfermedades y condiciones son más comunes en ciertas etnias debido a factores genéticos. La anemia de células falciformes es mucho más común en los pueblos africanos que en otras etnias. Sin embargo, las personas del sur de Asia, Oriente Medio y el Mediterráneo también pueden verse afectadas debido a la incidencia de la malaria en esos lugares y a otros factores sociales y culturales.
Otras condiciones, como la obesidad, pueden no ser atribuibles a la genética sino a factores socioeconómicos y de estilo de vida. Los estadounidenses de raza negra tienden a tener niveles más altos de obesidad que los estadounidenses de “raza” blanca, y el estado de Mississippi, en el sur profundo, ha sido durante mucho tiempo el estado más obeso de Estados Unidos. No por casualidad, Mississippi es también el estado más pobre del país , con una población negra muy superior a la media.
Las personas que no tienen acceso a una nutrición adecuada son más propensas a desarrollar enfermedades prevenibles como la obesidad y la diabetes. Sin embargo, es importante no adoptar una perspectiva simplista sobre las minorías y las enfermedades, ya que las causas y los factores de riesgo pueden ser complejos.
Echemos un vistazo más de cerca a cómo la anemia falciforme, la diabetes, la apoplejía, el asma y la obesidad afectan a las poblaciones minoritarias en Estados Unidos y cómo la medicina del cannabis podría ayudar.
Anemia falciforme
Las enfermedades de células falciformes (ECS) son un grupo de trastornos sanguíneos que provocan anomalías en las células de la sangre, de los cuales la enfermedad más común es la anemia falciforme. La anemia falciforme da lugar a células sanguíneas rígidas y con forma de hoz, lo que provoca una anomalía en la proteína que transporta el oxígeno en la hemoglobina que se encuentra en los glóbulos rojos. Hay varios subtipos de anemia falciforme y suelen heredarse de los padres.
La anemia falciforme y otras enfermedades pueden causar dolor (“dolor de hoz”), anemia, dificultad para respirar, infecciones bacterianas, hinchazón de manos y pies y una mayor probabilidad de sufrir un accidente cerebrovascular. La enfermedad afecta principalmente a las personas de origen subsahariano, donde se dan alrededor del 80% de los casos mundiales de anemia falciforme.
En 2015, 4,4 millones de personas en todo el mundo padecen anemia falciforme y se calcula que 43 millones tienen un rasgo falciforme. Alrededor de 100.000 personas en EE.UU. tienen algún tipo de anemia falciforme, y los negros o afroamericanos tienen más probabilidades de ser afectados.
El cannabis y la anemia falciforme
Además del alivio del dolor, he aquí algunas ventajas potenciales del uso de la marihuana para las enfermedades de células falciformes:
- El cannabis puede inhibir la posibilidad de infección de otras fuentes.
- Induce a la relajación y ayuda a dormir.
- Alivia la ansiedad y la depresión.
- Disminuye la sensibilidad al dolor (hiperalgesia), lo que ayuda a tratar el “dolor de hoz” y a reducir la dependencia de los opioides.
- El tetrahidrocannabinol (THC) y el terpeno pineno tienen efectos broncodilatadores, lo que significa que pueden abrir las vías respiratorias y permitir una respiración más fácil.
Los efectos terapéuticos del cannabis para los portadores de anemia falciforme se han estudiado más recientemente. Tradicionalmente, los opioides se utilizaban para controlar el “dolor de la hoz”, pero tienen efectos secundarios problemáticos como la sedación extrema, las náuseas, la pérdida de apetito, el estreñimiento, la depresión respiratoria y, por supuesto, la adicción. Sin duda, el cannabis podría ser una alternativa útil a los analgésicos basados en opioides.
En este estudio reciente, 23 personas que viven con la enfermedad de células falciformes “informaron de que el dolor interfería cada vez menos con las actividades, incluyendo el caminar y el dormir, y hubo un descenso estadísticamente significativo en la medida en que el dolor afectaba a su estado de ánimo.”
Diabetes
La diabetes se produce cuando hay un defecto en la capacidad del organismo para producir la hormona insulina, lo que conduce a un control inadecuado de los niveles de glucosa (azúcar) en la sangre. Cuando el páncreas no puede producir suficiente insulina, o si las células no responden a la insulina, los altos niveles de azúcar en la sangre pueden provocar enfermedades cardíacas, enfermedades renales, derrames cerebrales, ceguera, amputación y muerte.
Las minorías raciales y étnicas tienen una mayor carga de diabetes, un peor control de la misma y son más propensas a sufrir complicaciones debido a la diabetes. Entre los hispanos, la tasa de mortalidad por diabetes es un 50% superior a la de los blancos no hispanos. Entre las posibles razones se encuentran la falta de acceso a la atención sanitaria, la situación socioeconómica, los niveles de actividad, la dieta y las actitudes y comportamientos culturales. Los factores genéticos también pueden influir, pero hay mucho debate en este ámbito sobre la incidencia de la diabetes.
Según la Encuesta Nacional de Salud realizada por los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC) y la Oficina del Censo de EE.UU., en estos lugares es donde más se registra la incidencia de la diabetes:
- 14.7% de los indios americanos/nativos de Alaska
- 12.5% de los hispanos
- 11.7% de los negros no hispanos
- 9.2% de los asiático-americanos
- 7.5% de los blancos no hispanos
El cannabis y la diabetes
Hay varias razones por las que el cannabis puede ayudar a tratar la diabetes, entre ellas:
- El cannabidiol (CBD) y la tetrahidrocannabivarina (THCV) podrían ayudar a regular los niveles de glucosa y prevenir la resistencia a la insulina.
- Pueden mejorar el metabolismo de los carbohidratos, ayudando a controlar y mantener el peso.
- Mantiene los vasos sanguíneos abiertos y mejora la circulación.
- Los tópicos pueden ayudar a prevenir la sensación de hormigueo.
- El THC puede ayudar a que las cosas dulces sepan más dulces y posiblemente incluso ayude a reducir la ingesta de azúcar, ya que el deseo se sacia más rápido
- El cannabis puede ayudar a tratar el dolor neuropático (nervioso) asociado a la diabetes.
Apoplejía
La apoplejía está causada por un bloqueo del flujo sanguíneo o la ruptura de una arteria, lo que provoca una falta de oxígeno que llega a las células del cerebro y la muerte celular. Los síntomas más comunes son la pérdida repentina del habla, la pérdida parcial de uno o más sentidos y la debilidad o parálisis de un lado del cuerpo.
En general, los afroamericanos, los hispanos y los nativos americanos tienen un mayor riesgo de sufrir un ictus, que se produzca a una edad más temprana y, en el caso de algunas minorías, posiblemente más graves que los blancos no hispanos. Muchas de estas disparidades pueden atribuirse a un estatus socioeconómico más bajo y a los problemas del sistema sanitario. Una mayor probabilidad de padecer afecciones como la diabetes agrava este problema.
La CDC afirma que el riesgo de sufrir un primer ictus es casi el doble para los afroamericanos que para los estadounidenses blancos, y que el mayor aumento de las tasas de mortalidad por ictus desde 2013 se da en la comunidad hispana. Afortunadamente, las muertes relacionadas con el ictus han ido disminuyendo en general para todos los grupos étnicos gracias a los avances en el tratamiento posterior al ictus.
El cannabis y el ictus
Los beneficios potenciales del uso de cannabis medicinal para tratar el ictus incluyen:
- Previene la muerte de las células debido a la falta de suministro de oxígeno en la zona afectada (“infarto”).
- El cannabidiol (CBD) puede evitar que se forme una sobreabundancia del neurotransmisor glutamato (el principal neurotransmisor “go” o excitador). Un exceso de glutamato puede ser tóxico.
- El cannabis contiene muchos compuestos antioxidantes y antiinflamatorios (por ejemplo, el cannabicromeno) que pueden ayudar a reducir la sobreexcitación neuronal, mejorar el flujo sanguíneo y prevenir la inflamación en el cerebro.
Un conjunto creciente de pruebas sugiere que los cannabinoides como el THC y el CBD tienen efectos neuroprotectores. Esto significa que alguien que consuma cannabis podría tener menos probabilidades de sufrir un ictus y que, si lo sufre, el CBD y el THC pueden ayudar a mitigar algunos de los daños.
Asma
El asma afecta a los pulmones y provoca sibilancias, tos y otras dificultades respiratorias. Conocidos como ataques de asma, estos episodios crónicos pueden ser mortales cuando son graves.
Los estadounidenses negros tienen un 40% más de probabilidades de padecer asma que los estadounidenses blancos, y los estadounidenses negros son también el grupo racial con más probabilidades de morir a causa de un ataque de asma.
Las causas del asma no se conocen del todo, pero se cree que la exposición al humo del tabaco en la infancia es un factor de riesgo. Los niños negros tienen cinco veces más probabilidades de ser ingresados en el hospital por asma que los niños blancos, según datos de la Oficina de Salud de las Minorías.
El cannabis y el asma
Algunas pruebas sugieren que el cannabis podría beneficiar a ciertas personas con asma. Sin embargo, el método de ingestión es importante, y las personas con asma y otras afecciones respiratorias deben evitar fumar o vaporizar la marihuana.
Otros métodos de ingestión, como los comestibles de cannabis y los tópicos, podrían beneficiar a las personas con asma, ya que la planta puede ayudar a reducir la inflamación de los pulmones. Sin embargo, algunas investigaciones demuestran una posible conexión entre el consumo de marihuana y el desarrollo de asma y alergias.
Obesidad
Más del 40% de los adultos en Estados Unidos son obesos. De estos individuos, los estadounidenses de “raza” negra y los hispanos son los grupos con más probabilidades de ser obesos. La obesidad también está correlacionada con los niveles más bajos de educación y los ingresos familiares más bajos.
La obesidad está vinculada a muchas enfermedades graves, como las cardiopatías, la diabetes, los accidentes cerebrovasculares y algunos tipos de cáncer. Los cambios en el estilo de vida, incluyendo una dieta adecuada y ejercicio, son las primeras líneas de defensa contra la obesidad, pero el cannabis también puede desempeñar un papel.
El cannabis y la obesidad
Se ha demostrado que las personas que consumen cannabis tienen índices de masa corporal (IMC) más bajos que las personas que no lo consumen. Una explicación de este fenómeno, según los científicos, es que el cannabis podría acelerar el metabolismo del cuerpo, haciendo así menos probable el aumento de peso.
Por otro lado, las personas que consumen marihuana con poca frecuencia pueden ser más propensas a ganar peso debido a las propiedades de la planta para estimular el apetito. Los consumidores habituales de marihuana tienen más probabilidades de tener un IMC más bajo y son menos propensos a la obesidad.
Varios tipos de medicamentos recetados pueden provocar un aumento de peso, como los antidepresivos, los esteroides, la gabapentina, los antipsicóticos, los betabloqueantes y la insulina. Algunos de estos medicamentos pueden recetarse para otros problemas de salud como el dolor neuropático o las convulsiones, por lo que son medicamentos necesarios para el paciente. Sin embargo, tienen el efecto secundario de empeorar otros problemas de salud. El cannabis medicinal puede reducir la ingesta de dichos medicamentos y reducir las posibilidades de un aumento de peso involuntario.
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