¿Es mejor más fuerte? La resina de cannabis es un 25% más potente en los últimos 50 años

Un estudio global de más de 80.000 muestras de cannabis ilícito ha demostrado que las concentraciones en la resina de cannabis aumentaron un 24% entre 1975 y 2017. En cuanto a la flor de cannabis (o “hierba de cannabis”), las concentraciones de THC aumentaron un 14% entre 1970 y 2014.

Mientras que los porcentajes de THC de apenas unos pocos porcentajes eran más comunes antes de los años 90, ahora es más común ver porcentajes de THC que alcanzan el 15%, el 20% o incluso el 25% – 30%. Cuando la resina de estas flores ricas en THC se convierte en concentrados, son igual o incluso más potentes. Estos porcentajes de THC tan elevados han hecho que los profesionales de la salud se muestren recelosos debido a sus posibles efectos sobre la salud mental.

Sin embargo, ¿son los datos recogidos totalmente fiables?

¿Cómo se produjo el boom del THC?

La revolución del cultivo casero de los años 60 y 70 trajo consigo técnicas de cultivo e híbridos totalmente nuevos. Esta fue la época en la que se desarrollaron muchas de las cepas/cultivares disponibles hoy en día. También es la época en la que los niveles de tetrahidrocannabinol (THC) en las plantas de cannabis empezaron a aumentar, ya que muchos cultivadores empezaron a centrar sus energías en la cría para obtener el contenido de THC, ya que en general era lo que más se demandaba en aquella época. Aunque hubo aumentos constantes a lo largo de los años 60, 70 y 80, fue a lo largo de los 90 cuando empezaron a producirse grandes saltos en el contenido de THC.

¿Sigue siendo el THC el cannabinoide más buscado?

Aunque a mucha gente le gusta el THC, para mucha gente no es lo más importante cuando se trata de los efectos del cannabis. De hecho, para mucha gente, una amplia variedad de cannabinoides como el cannabidiol (CBD), el cannabigerol (CBG) y el cannabicromeno (CBC) es preferible e ideal para usos médicos en comparación con los productos en los que predomina el THC. En la última década, podría decirse que el CBD se ha convertido en el cannabinoide más buscado, gracias a que no es intoxicante. Muchos también están intrigados por la variante menos potente del delta-9 THC, el delta-8 THC.

¿Ha aumentado realmente la potencia de la marihuana?

No es sólo la planta de cannabis la que ha cambiado, sino que también lo ha hecho la forma en que medimos sus compuestos químicos constituyentes. En el pasado, la cromatografía de gases era la forma de determinar la composición química del cannabis. Este método utilizaba el calor para analizar la flor y la resina del cannabis, que a su vez descomponía el THC. Esto significa que es difícil obtener cifras precisas del pasado. En tiempos más recientes, la cromatografía líquida es el método preferido para analizar el cannabis.

Otro factor que hay que recordar es que el cannabis cultivado en casa es mucho más común hoy en día, mientras que en el pasado la mayor parte del cannabis se importaba del extranjero. Durante el transporte, se perdían muchos tricomas de cannabis, y lo que acababa en las calles era una aproximación a la antigua gloria de la flor.

Dicho todo esto, es probable que las técnicas de cultivo casero y de cría hayan tenido un efecto sobre la cantidad de flor y resina de cannabis rica en THC disponible en el mercado. Sin embargo, la variabilidad de las muestras del pasado ha dificultado la obtención de una cifra exacta sobre la concentración de THC.

Los estándares del cannabis han mejorado en general

Otro factor a tener en cuenta es que la calidad de la resina de cannabis ha mejorado. En el pasado, no era raro conseguir hachís lleno de impurezas o degradado tras un largo transporte. Hoy en día, al reducirse la necesidad de importar cannabis en EE.UU. y Europa, fabricar y encontrar resina y concentrados de alta calidad es mucho más fácil. Si los EE.UU. y Europa hubieran tenido una escena de cultivo casero más grande en ese momento, no hay duda de que la resina y los concentrados igualmente fuertes habrían sido más comunes durante los años 60, 70 y 80.

Los pros de la resina de cannabis fuerte

• Es necesario utilizar menos cantidad para obtener el efecto deseado.
• Puede ser muy útil para tratar el dolor crónico, el cáncer y la adicción.
• Es un producto muy purificado y versátil que puede utilizarse en muchas cosas, incluida la elaboración de comestibles y aceites de cannabis.
• No toda la resina y los concentrados son ricos en THC, y puede encontrar algunos con más CBD si no desea un efecto psicoactivo tan fuerte.
• La resina viva se elabora mediante congelación criogénica y contiene mayores niveles de flavonoides, terpenos y cannabinoides.

Los contras de la resina de cannabis fuerte

• Hay varios estudios que sugieren que el consumo regular de THC elevado puede aumentar la probabilidad de sufrir un trastorno psiquiátrico. Sin embargo, son aquellos que ya son susceptibles de sufrir trastornos psiquiátricos (es decir, los que tienen una predisposición genética para ello, en particular, variaciones en los genes AKT 1 y COMT) los que son susceptibles de sufrir psicosis inducida por el THC, y el consumo de cannabis no siempre es necesariamente la única causa de un problema psiquiátrico o un episodio psicótico. Sin embargo, aunque es relativamente raro que se produzca un trastorno psiquiátrico atribuible enteramente al consumo de cannabis, sigue siendo preocupante.
• Muchas personas pueden encontrar que la resina fuerte es abrumadora con respecto a sus efectos. Para mucha gente, el dabbing de resina y concentrados no es necesariamente muy agradable.
• El uso de resina y extractos puede aumentar rápidamente la tolerancia al THC, lo que puede disminuir su eficacia si se usa con demasiada frecuencia.
• La resina puede requerir un equipo especializado para ingerirla adecuadamente (por ejemplo, los equipos de dab).

Resina de marihuana: en general

Más fuerte no es necesariamente mejor, pero esto no significa que no deba estar disponible para aquellos que lo necesitan. Es cierto que el uso de cantidades extremadamente altas de THC no es necesariamente ideal para quienes son propensos a la ansiedad y la depresión, y quienes son propensos a la psicosis deberían evitar el uso de THC por completo; pero para quienes padecen cáncer, dolor crónico extremo o quienes necesitan desprenderse de los analgésicos basados en opioides, la resina fuerte y rica en THC podría ser ideal por sus propiedades sedantes, analgésicas y antieméticas (para calmar las náuseas).

En definitiva, todo esto demuestra que el cannabis es como cualquier otro medicamento. Hay que dosificar e ingerir el cannabis de forma adecuada y según su estado, no es necesariamente adecuado para todo el mundo, y hay que tener en cuenta cualquier otro medicamento que se esté utilizando al tomarlo. Afortunadamente, sin embargo, el uso de cannabis medicinal por sí solo no le matará, por lo que esto lo sitúa muy por encima de la mayoría, si no de todos los medicamentos con receta, en términos de perfil de seguridad, independientemente de lo fuerte que sea el cannabis o la resina.