Entrevista con Zara Snapp: Uso de la marihuana en México
Last updated on Oct 7, 2024
Created on May 26, 2023
A pesar de la estigmatización en torno al uso del cannabis y su prohibición en el país, en los últimos años la historia ha cambiado gracias a personajes importantes en la comunidad cannábica. Gracias a ellos se ha logrado la legalización de la marihuana medicinal y se ha declarado inconstitucional la prohibición del autoconsumo lúdico.
Zara Snapp es la fundadora del Instituto RIA, aboga por la regulación del uso de la marihuana en el país desde una perspectiva de derechos humanos, por medio de actividades como la creación de políticas públicas, las publicaciones editoriales, la investigación y la difusión de información sobre la reducción de daños y riesgos.
Entrevista con Zara Snapp
En nuestra videollamada, Zara nos ha respondido con mucha amabilidad y transparencia, a pesar de la temática tan controversial de la que hablamos, ella transmite mucha serenidad. A su lado, abundan los libros, incluyendo uno de su autoría ,̈ Diccionario de drogas¨, porque como ella nos dice, aún hay tanto que estudiar.
En esta entrevista nos cuenta sobre su carrera que está en constante movimiento, que a través de los años ha sembrado muchos logros en la lucha de la legalización del cannabis, incluyendo su participación en un momento clave en la historia de la legalización de la marihuana en México, que fue el amparo obtenido por la primera paciente infantil de cannabis medicinal.
Nos podrías platicar sobre las actividades que has llevado a cabo en relación a la legalización del cannabis en México
Los últimos diez años han sido muy llenos, desde el 2012 es cuando se empiezan a proponer los primeros amparos para el uso de cannabis para uso adulto bajo el derecho al libre desarrollo de la personalidad, ya estábamos abriendo esos espacios. Cuando se gana el primer amparo, se genera el interés y la presión mediática.
En el tema de cannabis medicinal, éramos tres personas que fuimos a Monterrey a conocer a Grace Elizalde y su familia en 2015. Los fuimos a visitar y ellos tenían la capacidad, el interés y el conocimiento, se habían informado mucho.
Tenía un amigo corresponsal del Washington Post aquí en México, Joshua Partlow, que ya no es el corresponsal y le platiqué de la historia porque nuestra idea era sacar esta historia en un medio extranjero, queremos que esto genere empatía y conciencia en el público mexicano y sabíamos que si tú sacas algo así en México, en algún medio mexicano, los otros medios lo van a ignorar, si lo sacas en una de las televisoras, pues la otra no lo hace. Entonces, justo queríamos que esto fuera algo que viene desde afuera, diciendo por qué en México esta niña no tiene acceso al cannabis, cuando como dice su papá, lo ha intentado todo.
Su historia sale en la primera plana del Washington Post y detona el interés, y también la presión. De ahí Peña Nieto anuncia cinco diálogos nacionales en el tema de cannabis alrededor del país, entonces, también estuvimos muy involucrados en eso. Creo que mi trabajo ha sido intentar detonar procesos, obviamente con muchísimas otras personas, también creamos una coalición que se llama Regulación por la Paz cuando entró el nuevo gobierno, porque había mucha apertura en el tema, como para crear una plataforma política desde la cual podríamos hacer incidencia y demostrar la diversidad del movimiento.
Se ha tratado de de detonar procesos, facilitar los espacios, crear insumos, redactar cualquier cosa que podrían necesitar desde el estado y con eso cambiar la opinión pública, crear mayor conciencia, y educar también a legisladoras y legisladores para que ellos tengan las herramientas para poder abogar para políticas más humanas, para políticas basadas en evidencia, que protegen y garantizan los derechos humanos.
¿Qué riesgos existen para las personas que desean experimentar con otras drogas?
No tenemos un servicio de análisis de sustancias continua donde podamos hacer alertas y donde podamos tener una idea de qué es lo que está circulando en los mercados ilegales. Tenemos esfuerzos, existe un programa de análisis de sustancias con quien colaboramos pero no se puede saber. Y por otro lado, desde el estado hay muy poca información sobre las sobredosis que existen en el país. Normalmente esas muertes a veces ni se registran, entonces hay diferentes investigadoras y organizaciones que trabajan principalmente en la frontera, donde hay más uso de drogas de inyección, pero no tenemos muchos datos sobre eso.
En Argentina hace unos días hubo un caso, siempre es muy triste, bueno nadie lo busca, pero son personas que fueron a la fiesta y querían una experiencia con MDMA, que es empatía, sentir conexión al universo, y tal vez no sabían de la dosificación, que creo que eso es algo de lo que también necesitamos información. Necesitas poder analizar tu sustancia para saber qué es, para de ahí poder tomar una decisión sobre cuanto tomar. Porque cuando se trata de una sobredosis, ahí es cuando tienes estas malas experiencias y donde puede llegar a ser fatal. Además de los adulterantes que pueden existir en el mercado.
En México no sabemos tanto porque el estado no recoge los datos y la sociedad civil no tiene la capacidad de poder saber cuando algo así sucede. Y eso es algo sumamente importante en nuestra educación sobre drogas, cuando estamos en esta etapa de experimentación, de que si tú compras una pastilla comprimida, no te la tomas toda, tómate un cuarto y después ve cómo te sientes. Y si quieres tomarte otro cuarto, te tomas otro cuarto y ya la siguiente vez vas a saber qué está bien.
Es muy importante tener esa información, esa reducción de riesgos y daños, y gestión del placer, que es algo que se incluye dentro de esa filosofía, porque así vamos a poder cuidarnos y las etapas de experimentación son muy normales, y son normales también cuando somos adultos, tengo muchos amigos en ahora piensan ‘tal vez no experimenté a los veintes porque me dio miedo, porque me daba miedo de qué iba a suceder y ahora sí quisiera tener una experiencia mística, una experiencia donde siento esa totalidad del universo’.
¿Cómo inicia tu carrera en la política de drogas en México?
Cuando salí de la maestría, me ofrecieron un trabajo en política de drogas, dije, ‘¡ay no! Es muy controversial’. Y después regresé a vivir en México, porque estaba en los Estados Unidos, y me lo ofrecieron de nuevo y dije, no, sí. Dije ‘voy a entrar, como que quiero aprender más’. Ya cuando uno empieza a aprender de cómo se han aplicado las políticas de drogas en nuestro país y también en otros, te das cuenta de que no está funcionando. Es la única política donde cada año estamos peor.
Entonces uno tiene que pensar, si todo va peor, peor en nuestros objetivos de bajar consumo, bajar producción y además estamos violando derechos humanos en el camino, estamos criminalizando a personas, a comunidades, estamos no accediendo al derecho a la salud, todo va mal, pero necesitan más dinero para hacer lo mismo, para ver si les va mejor. Y llevamos 60 años así.
Me sigue gustando porque hay una diversidad de temas, y he cambiado de trabajo, he tenido diferentes y hay mucha precariedad en este tema en la sociedad civil porque no hay fondos, porque es un tema muy controversial, aún para las fundaciones grandes como la Fundación Gates, y para organizaciones de derechos humanos en México también. A veces ellos no quieren llevar casos que están vinculados a drogas, hay algunas organizaciones que se suman, pero todavía es algo muy tabú en nuestra sociedad.
Siento que tengo esta posibilidad de verlo desde las dos perspectivas. Desde Estados Unidos, donde estudié y donde tengo como cierta entorno cultural, y desde México, donde vivo, y Veracruz, donde se militarizó desde el principio y donde vivimos como los efectos de esas intervenciones. Y ahora he trabajado mucho en Colombia, que también te da otra perspectiva porque están más avanzados en su conflicto interno.
Hay tanto que estudiar y aprender, y estamos viviendo un momento histórico donde estamos rompiendo ese tabú.
¿De qué trata tu libro ¨Diccionario de drogas¨?
Cada sección contiene una parte sobre la historia de la sustancia, cuáles son los usos, cuáles son las contraindicaciones, las indicaciones, un poco de la investigación que existe a su alrededor. La idea es que sea un libro muy accesible, de que si tienes 15 años, si tienes 60 años, lo puedes leer en una sentada si quieres.
Lo escribí porque me di cuenta porque la gente hacía muchas preguntas como ¿cuál es la diferencia entre la heroína y la cocaína?, y son sustancias completamente diferentes que te afectan de forma distinta.
Me di cuenta que necesitábamos entender las sustancias antes de platicar de las políticas.
¿Cuáles son las principales actividades y los objetivos del Instituto RIA?
Somos una organización de la Asociación Civil, hacemos investigación e incidencia en políticas de drogas. Esas son nuestras dos líneas principales, intentando crear mayor información. Y entendiendo que a veces uno tiene que generar esa evidencia a través de encuestas, a través de estudios cualitativos, para que cuando gobiernos o legisladores quieran presentar algo, cuenten con esa información. Porque si no lo generamos nosotros, nadie más está investigando sobre estos temas.
Y el otro componente grande que tenemos en la organización es en el tema de educación, entonces hacemos cursos, talleres, tenemos un curso que ya llevamos ocho generaciones que se llama ̈La industria emergente de la cannabis en México¨, que es para ayudar a las personas que tienen emprendimientos que quieren hacer con cannabis, pero con un enfoque de justicia social. Además de enseñar cómo crear un plan de negocios, entender cómo llegamos a este momento en el movimiento cannábico y el movimiento reformista en México, que no es nada más de que no salió de la nada, sino que ha sido el trabajo de muchos años y de muchas personas.
Nuestros objetivos principales son proponer políticas públicas tanto en México como a nivel regional internacional, participamos en espacios como las Naciones Unidas y la Comisión de Estupefacientes. Asimismo, cómo cambiar y transformar el prohibicionismo social, pensando que esto afecta principalmente o de forma diferenciada a mujeres y jóvenes. Ahorita tenemos una campaña sobre mujeres y consumo, que es uno de los temas menos investigados, para poder resaltar las brechas que existen.
Otro objetivo es crear vínculos, intersecciones con otros movimientos sociales. Ahorita tenemos una campaña sobre mujeres y consumo, que es uno de los temas menos investigados, para poder resaltar las brechas que existen.
Entonces, en RIA hacemos un montón de cosas y somos un equipo de cuatro personas. Queremos crecer y estamos buscando otras colaboraciones y estoy emocionada por lo que viene.
¿Piensas que existe elitismo en el comercio de cannabis en México?
Sin duda, porque la única forma de poder conseguir licencias y permisos ahorita bajo el reglamento de cannabis medicinal es que tú tienes que ser una farmacéutica para poder cumplir con los requisitos que ellos pusieron en el reglamento, que esa ley siempre fue muy restrictiva. La otra forma de poder comercializar productos en México es recurrir a amparos.
Entonces, si tú necesitas un amparo, necesitas asesoría jurídica. Tienes que tener la posibilidad de tener un despacho de abogados y eso es recursos. Entonces, hay muchas comunidades que no tienen acceso a esos recursos y están en su día a día comercializando de una forma ilegal. Es un mercado desigual.
Estamos creando un mercado donde, si tú eres una empresa transnacional, vas a tener mayores recursos y oportunidades en un mercado semi-legal en México, mientras que si eres una empresa chiquita mexicana, donde la mamá cultiva cannabis y la hija lo transforma y lo quieren vender, ¿a dónde recurrir para poder tener protección legal? No existe. Entonces…
¿En qué consiste el amparo para el uso recreativo de cannabis?
Tu vas a la Cofepris, metes tus papeles, metes tus papeles, dentro de cuarenta días te tienen que dar una respuesta, ellos te van a dar una negativa. Cofepris va a decir que nosotros no tenemos los lineamientos internos para poder responder a esta solicitud. ¿Quién tiene que hacer estos lineamientos internos? Ellos.
Entonces ellos te dan una negativa y ahí si necesitas un abogado para ir con un juez y en vez de un amparo, lo que vas a hacer es denunciar el incumplimiento de la declaratoria general. Ellos te van a dar la razón, regresan, te regresan una resolución y tú regresas con Cofepris con esa resolución. Y entonces ellos te dan una autorización sanitaria, que le llamamos permiso, pero en realidad es una autorización sanitaria. Ahora, cuando tú quieres importar las semillas legalmente, eso ha sido el obstáculo. Yo no conozco a nadie que haya legalmente, con todos los requisitos que puso Cofepris desde el sexenio anterior, podido ingresar semillas legalmente a México.
Con esa autorización sanitaria tú puedes portar la cantidad que requieres, tú puedes tener las plantas en tu casa y yo creo que lo mejor es que te protege en la calle si la autoridad te intenta extorsionar.
Yo sí sugiero hacerlo porque uno es una presión hacia el estado y dos es una protección para ti. Y la tercera cosa es que sí es un proceso honoroso, es un proceso donde sí vas a necesitar un abogado o abogada que en algún momento te va a tener que acompañar o mandar tus papeles. Conozco personas que lo están haciendo por cuatro mil pesos, como que para mí todavía es mucho dinero porque yo creo que debería ser algo gratuito. En RIA estamos creando un directorio de abogados y abogadas donde tú podrás ver ese directorio encontrar uno en tu zona que te pueda ayudar.