¿Qué son los inhaladores de cannabis? ¿Funcionan?

Hace una generación, un consumidor de cannabis sólo tenía un puñado de formas de disfrutar de su cepa favorita: si no quería fumarla directamente, la única otra opción era fundir el cannabis en mantequilla y hacer algunas delicias horneadas. Hoy en día, el consumo de cannabis se ha expandido a muchas áreas y mercados nuevos, mientras que la tecnología detrás de la sustancia también se ha expandido. Los comestibles son ahora mucho más variados; los vaporizadores mitigan el daño de la combustión; los concentrados tienen un gran peso en un paquete pequeño e incluso el cannabis artesanal ha lanzado una ola de experimentación similar a la de las cervezas artesanales. La nueva tecnología de un inhalador de cannabis empuja aún más los límites de esta afición, prometiendo una dosificación más segura y específica del cannabis. Pero, ¿cómo funcionan estos inhaladores y son adecuados para usted?

Respirar profundamente

A primera vista, un inhalador de cannabis se parece bastante a un inhalador para el asma: pequeño, cilíndrico, fácil de guardar en un bolsillo o un bolso. Se pulsa un botón y el inhalador de marihuana libera una bocanada de destilado de THC y/o CBD. Como su nombre indica, usted inhala esta dosis y sigue con su día. No es necesario sacar papeles de liar, triturar un cogollo duro o poner un poco de incienso para enmascarar el olor. Un cartucho para un inhalador de THC puede costar entre 50 y 100 dólares y contener unas cien dosis.

Estos “inhaladores de hierba” actúan como broncodilatadores, una palabra larga que significa simplemente cualquier dispositivo médico que hace que la garganta y las vías respiratorias se relajen, abriendo espacio para que fluya más aire. Los inhaladores para el asma funcionan de esta manera para que una persona no se quede sin aire cuando un ataque de asma hace que sus vías respiratorias se contraigan. El cannabis como broncodilatador tiene en realidad muchas investigaciones que lo respaldan: un estudio que se remonta a los años 70 reveló que el humo del cannabis, a diferencia del humo del tabaco, hace que las vías respiratorias se aflojen, lo que significa que la hierba para el asma puede ser beneficiosa. Además, el consumo de cannabis afecta a nuestros receptores CB1 del sistema nervioso, no sólo aflojando los grupos musculares sino reduciendo el dolor. Aun así, un inhalador de cannabis no es un sustituto adecuado de un inhalador para el asma, aunque estos dispositivos pueden utilizarse médicamente según las necesidades de la persona.

¿Por qué inhalar?

A medida que la investigación sobre el cannabis ha ido creciendo, hemos encontrado un gran número de beneficios para la salud derivados del uso de esta planta en particular, que van desde propiedades anticancerígenas hasta propiedades contra la ansiedad. Sin embargo, consumir el cannabis fumándolo no es la opción más saludable. La combustión del cannabis no sólo arrastra dióxido de carbono a los pulmones, sino que la combustión de un mechero significa que una persona que fuma marihuana también inhalará butano, además de cualquier partícula o sustancia química que pueda estar presente en la propia planta.

Por el contrario, el uso de un inhalador de cannabis significa que no hay combustión, humo ni tos Y lo que es mejor, estos inhaladores tienen una mayor biodisponibilidad, lo que significa que el THC y/o el CBD de su vapor llega al torrente sanguíneo en mayores cantidades y a mayor velocidad. Fumar un porro genera una biodisponibilidad de aproximadamente el 30% del THC total, mientras que un comestible alcanza menos del 20%. Los inhaladores superan a estos dos métodos, creando una biodisponibilidad de hasta el 80%. Esto significa que puede sentir los efectos de una calada de un inhalador de hierba tres veces más que un porro o un tazón de su cogollo favorito. Esta mejora también se da en los inhaladores vapen, aunque estos vape pens se enfrentan a una serie de problemas que incluyen una feroz regulación gubernamental, mientras que no existen tales barreras para los inhaladores directos.

Por último, un inhalador proporciona una cantidad específica de THC y/o CBD con un solo golpe. Para quienes necesitan dosis específicas, este puede ser un producto especialmente práctico para tener en el bolsillo. Los inhaladores garantizan que no tenga que complicarse con balanzas o equipos de medición o incluso con microdosificaciones para asegurarse de que obtiene lo que necesita con cada calada.

¿Qué inhaladores utilizar?

La primera consideración para cualquier persona interesada en un inhalador es si lo necesita para el THC, el CBD o ambos. No todos los pacientes de marihuana medicinal necesitan (o quieren) una dosis de THC para controlar sus problemas de salud particulares, lo que significa que los inhaladores de CBD omiten el subidón y dan el alivio. Por supuesto, muchos pacientes prefieren los inhaladores con THC para mejorar el estado de ánimo, el apetito o el estado emocional. Tanto si prefiere uno como los dos, asegúrese de que el inhalador que compre le proporcione el alivio que necesita.

Uno de los inhaladores de THC más populares del mercado es el Aeroinhaler, producido por R2 Aerosols y distribuido en los dispensarios de Colorado. El Santana Smooth es su principal competidor en este momento, un inhalador fabricado por, sí, Carlos Santana de la banda Santana, llamado así por su exitosa canción de 1999. El inhalador Bison & Rose no sólo ofrece mezclas de CBD-THC, sino también el inhalador “deportivo” de aceites esenciales para quienes entrenan duro y necesitan alivio de las articulaciones doloridas o los músculos adoloridos.