Tres neoyorquinos comparten sus historias sobre el cannabis medicinal
Artículo escrito por
Mike Reddy
Como uno de los centros culturales más influyentes del planeta, la ciudad de Nueva York lleva mucho tiempo marcando tendencias mundiales en alimentación, moda, educación, entretenimiento e innovación. Empresas como Medly, una marca de cannabis de primera clase y un servicio de entrega originario de NYC, están decididas a garantizar que el cannabis siga el ritmo de la tradición de la Gran Manzana.
Medly tiene la misión de dar forma a la industria neoyorquina del cannabis y hacerla crecer a través de la lente de las mujeres, la gente de color y la comunidad queer. ¿El objetivo? Garantizar que todo el mundo tenga un acceso seguro al poder curativo de la planta medicinal, y dejar atrás los días en los que no se sabe exactamente qué o dónde se está comprando.
Para llevar a cabo esta misión, Medly está ofreciendo un descuento exclusivo en sus servicios a los usuarios de cannabis medicinal. Utilizando el código de referencia LEAFWELL, los titulares de la tarjeta médica recibirán un 10% de descuento en las ofertas de Medly. Para más información sobre cómo conseguirlo, conecte con Medly en Instagram, o envíe un mensaje al 929-234-9652 en la aplicación Signal y mencione Leafwell.
También apasionada por ampliar el acceso seguro y legal a la medicina vegetal, Leafwell se asoció con Medly para encontrar neoyorquinos cuyas vidas se hayan visto positivamente afectadas por el potencial terapéutico del cannabis medicinal.
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Sophie Collé: la diseñadora
Una de las cosas favoritas de Sophie Collé como diseñadora es construir creaciones a mano. Como artista queer, Collé dice que su misión es apoyar a otros artistas queer y desfavorecidos en el mundo del arte y el diseño.
Está especializada en la fabricación de muebles coloridos y alegres – desde espejos de corazón ondulado hasta estanterías de rodajas de melocotón – y es conocida por sus divertidas renovaciones del hogar.
Pero por mucho que Collé disfrute construyendo, eso supone un gran esfuerzo para su cuerpo. Collé vive con dolores crónicos derivados de una hernia discal en el cuello, además de gastritis y el síndrome del intestino irritable (SII) inducido por la ansiedad.
“Antes de saber cómo cuidarme adecuadamente, me presionaba con frecuencia hasta ponerme realmente enferma”, dice.
Collé exploró diversas opciones de tratamiento en busca de alivio. A pesar de tomar analgésicos con receta, someterse a inyecciones cervicales y experimentar con distintas dietas, nada reguló su dolor. Algunos tratamientos incluso exacerbaron los síntomas.
“Cuando me pusieron las inyecciones cervicales en el cuello que supuestamente debían curarme, tenía más dolor que nunca”, dice.
Entonces Collé encontró un tratamiento que funcionaba: el cannabis. En concreto, la flor sativa alivió su dolor de cuello al tiempo que la mantenía lo suficientemente alerta y relajada para trabajar durante todo el día. Incluso le ayudó a estimular el apetito en los momentos en que se sentía especialmente ansiosa.
Collé afirma que muchas personas pueden beneficiarse del cannabis medicinal, pero que los mayores retos pendientes son aumentar el acceso y reducir el estigma que lo rodea. Aún así, dice que merece la pena.
“Aprender a mitigar el dolor y tomar tu salud en tus propias manos es realmente fortalecedor”, dice Collé. “Creo que todo el mundo merece ese tipo de poder.”
Sylvie: la cuidadore
Sylvie es una cuidadore, tanto por naturaleza como por ocupación. Al ser transgénero, describe haber experimentado de primera mano lo que se siente al ser marginada en las instituciones académicas y no contar con recursos fiables de apoyo.
“Me diagnosticaron depresión y ansiedad hacia el final del instituto y luché con ataques de pánico y problemas de imagen corporal”, cuenta. “En la universidad, mi depresión y mi ansiedad se vieron exacerbadas de nuevas formas por la presión del entorno académico en el que me encontraba”.
Sylvie dice que desarrolló trastornos alimentarios acompañados de graves problemas gastrointestinales. Reflexionan sobre una experiencia universitaria que también estuvo plagada de angustia mental y física.
Entonces, Sylvie recurrió al cannabis. Sin psiquiatra y con los mediocres servicios de salud mental y discapacidad disponibles en el campus, la marihuana medicinal se convirtió en su único medio de alivio.
“Me permitía comer, incitaba a mi cerebro a recordar la belleza y el capricho durante periodos oscuros de mi vida, y calmaba mi soledad y mi pánico cuando me sentía imposiblemente aislade y abrumade”, afirma.
Sylvie afirma que el cannabis le ayudó a aliviar la tensión muscular crónica y los síntomas gastrointestinales. Además, le permitió practicar más la autocompasión. Tras obtener la tarjeta médica de Nueva York, Sylvie desarrolló una relación más sana con el cannabis. Sylvie dice que también le ayudó el hecho de que finalmente encontró recursos y sistemas de apoyo emocional en los que podía confiar.
Con el acceso recién descubierto y seguro al cannabis medicinal, Sylvie dice que planea reducir gradualmente otros medicamentos que han estado tomando durante años. En el proceso, espera seguir desarrollando una relación intencionada y curativa con la medicina vegetal.
“La educación integral sobre esta planta, sus beneficios y su uso seguro debería estar al alcance de todos, especialmente de aquellos cuyas vidas se han visto trastornadas por la guerra contra las drogas”, afirma.
Kiana Green: la fotógrafa
Originaria de El Paso, Texas, Kiana Green se siente atraída por todo lo cálido, natural y nostálgico. Trabajando como fotógrafa independiente, Green intenta incorporar esos temas a su trabajo siempre que tiene una cámara a mano, que es la mayor parte del tiempo.
Green cuenta que sus problemas crónicos de salud empezaron a aparecer cuando tenía 17 años. Sus síntomas empezaron como un lento arrastrarse, y se sorprendió cuando un día empeoraron de repente y siguieron persistiendo.
“Después de nueve años, sigue siendo increíblemente difícil de manejar”, dice Green.
El cannabis siempre había estado presente en la vida de Green, pero nunca lo había probado. Su primera experiencia fue en un contexto social, y dice que le abrió los ojos al potencial medicinal que la planta representaba para sus síntomas.
“A partir de entonces, mi perspectiva cambió”, dice. “Veía el cannabis como una forma de medicina por encima de todo.”
Green reconoce que el cannabis no puede curar sus dolencias, pero le proporciona un alivio que otros tratamientos no han logrado. Un atractivo importante de la marihuana medicinal, dice, es la cantidad de afecciones que el cannabis puede tratar sin necesidad de aditivos o productos químicos agresivos que se encuentran en otros medicamentos con receta o de venta libre.
“El cannabis me ha quitado un peso tremendo de encima en lo que respecta a mi viaje por la salud”, afirma. “Cuando todo lo demás falló, el cannabis me ayudó de una forma que no podía creer.”
¿Su próximo empeño? Experimentar con la elaboración de comida con infusión de cannabis inspirada en la serie de televisión Bong Appétit.
“Sólo espero que el cannabis siga haciendo exactamente lo que ha estado haciendo por mí mientras yo lo use”, dice Green. “Estoy eternamente agradecido por este pedazo tan increíble de la Tierra”.
Obtener la certificación para el cannabis medicinal en Nueva York
Para solicitar una tarjeta de cannabis medicinal en Nueva York, debe tener 18 años o más y ser residente legal del estado. Los pacientes menores de edad también pueden calificarse al cannabis medicinal, pero deben tener un cuidador designado que complete su solicitud.
El proceso de solicitud de la tarjeta médica es rápido y fácil con Leafwell y se puede completar en cuatro pasos:
- Regístrese en línea en Leafwell y hable con un profesional sanitario con licencia de Nueva York. El coste de la consulta en línea es de 149 $, y sólo se le facturará si es aprobada.
- Obtenga la aprobación y complete la solicitud estatal en línea. No hay cuota de solicitud estatal.
- Se le expedirá una tarjeta de identificación temporal NY Registry MMJ, que podrá utilizar para comprar cannabis medicinal durante un máximo de 30 días hasta que reciba su tarjeta física.
- Recibirá su tarjeta de identificación física NY MMJ por correo en un plazo de 7 a 10 días.
Para obtener más información sobre la solicitud de una tarjeta de cannabis medicinal en Nueva York, incluidas las leyes estatales y las preguntas más frecuentes, consulte la guía detallada de Leafwell.
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